Pasaporte: Debe tener una validez mínima de 6 meses a partir de la fecha de entrada al país.

Visado: Los ciudadanos españoles no necesitan obtener un visado antes de viajar a Marruecos si el viaje es de turismo y tiene una duración máxima de 90 días. Sin embargo, si el viaje es por motivos de trabajo, estudio u otros fines, se debe obtener un visado antes de viajar.

Es importante verificar los requisitos de entrada y documentación actualizados antes de viajar, ya que pueden estar sujetos a cambios. Se puede consultar la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores o contactar con la embajada o consulado de Marruecos en España para obtener información actualizada.

En Marruecos, los funcionarios de inmigración son responsables de sellar el pasaporte en la entrada y salida del país.

Un oficial examinará tu pasaporte y revisará tus datos de entrada y los propósitos de tu visita así como el nombre del primer alojamiento de tu estancia.

Es importante asegurarse de que el pasaporte esté correctamente sellado, que contendrá la fecha de entrada a Marruecos ya que se requerirá el registro de estos sellos al abandonar el país.

La moneda oficial en Marruecos es el dirham marroquí (MAD). La mayoría de los establecimientos en Marruecos solo aceptan dirhams, por lo que es recomendable cambiar divisas antes de viajar o hacerlo al llegar al país.

Sin embargo, también es posible cambiar otras divisas aceptadas en Marruecos, como el euro, el dólar estadounidense y la libra esterlina. Estas divisas son ampliamente aceptadas en hoteles, tiendas turísticas y algunas empresas de turismo. También es posible utilizar tarjetas de crédito internacionales en muchos establecimientos, aunque es recomendable llevar siempre efectivo en dirhams por si acaso.

Es importante tener en cuenta que los billetes de divisas deben estar en buenas condiciones y sin daños para ser aceptados en los bancos o casas de cambio en Marruecos. Asimismo, se recomienda cambiar solo la cantidad necesaria, ya que puede ser difícil volver a cambiar dirhams a su divisa original una vez que haya salido del país.

En Marruecos, los idiomas oficiales son el árabe y el tamazight (bereber).

El árabe en su variante dialectal marroquí, conocido como dariya, es el idioma más hablado y utilizado en la vida diaria. El tamazight, también conocido como amazigh, es hablado principalmente por la población bereber del país.

Además de estos dos idiomas, el francés también tiene un estatus reconocido en Marruecos, ya que es ampliamente utilizado en el ámbito oficial, educativo y empresarial.

El inglés también es hablado en mayor medida en las áreas turísticas y en el sector turístico en general.

La meteorología anual en Marruecos varía según la región. En general, el país experimenta un clima mediterráneo en la costa y un clima árido en el interior.

En las regiones costeras, como Casablanca y Tánger, los veranos son cálidos, con temperaturas promedio de alrededor de 25-30 grados. Los inviernos son más suaves, con temperaturas promedio de alrededor de 10-15 grados.

En las regiones montañosas, como el Atlas, las temperaturas son más frías, especialmente en invierno, con promedios de alrededor de 0-5 grados. Las montañas también experimentan nevadas frecuentes durante los meses de invierno.

En el interior del país, como en Marrakech y Fez, el clima es más seco y árido. Los veranos son calurosos, con temperaturas que pueden superar los 40 grados. Los inviernos son más frescos, con temperaturas promedio de alrededor de 10-15 grados durante el día, pero pueden bajar a cerca de 0 grados durante la noche.

En el desierto del Sahara, las temperaturas pueden ser extremadamente altas durante el verano, llegando a más de 50 grados. Por otro lado, pueden bajar drásticamente durante la noche, llegando a temperaturas cercanas a cero en invierno.

En cuanto a las precipitaciones, la costa y las regiones montañosas reciben más lluvias, con un promedio anual de alrededor de 500-800 mm. En contraste, las regiones del interior y el desierto apenas tienen precipitaciones, con menos de 100 mm de promedio anual.

Para conectarse a Internet en Marruecos, los visitantes pueden optar por varias opciones:

Roaming internacional: Si su proveedor de servicios móviles en su país de origen ofrece servicios de roaming internacional, puede utilizar su teléfono móvil para conectarse a Internet en Marruecos. Sin embargo, esto puede resultar costoso, por lo que es importante verificar las tarifas y los planes disponibles con su proveedor de servicios antes de viajar.

Comprar una tarjeta SIM local: Otra opción es comprar una tarjeta SIM local en Marruecos. Esto le permitirá tener un número de teléfono marroquí y acceder a los servicios de Internet móvil. Puede adquirir una tarjeta SIM en tiendas de telefonía móvil, estaciones de servicio o aeropuertos. Para activar la tarjeta SIM, deberá proporcionar una identificación válida.

Wi-Fi gratuito: Muchos hoteles, restaurantes, cafeterías y lugares turísticos en Marruecos ofrecen Wi-Fi gratuito para sus clientes. Puede preguntar si hay conexión Wi-Fi disponible antes de hacer una compra o al registrarse en un hotel. Tenga en cuenta que la calidad y la velocidad del Wi-Fi pueden variar.

Internet en puntos públicos: En algunas ciudades importantes de Marruecos, como Rabat, Casablanca y Marrakech, existen puntos de acceso público que ofrecen conexión a Internet gratuita. Estos pueden encontrarse en plazas, parques o edificios públicos. Consulte a los locales o busque señales que indiquen la disponibilidad de Wi-Fi gratuito.

Es importante tener en cuenta que la calidad y la velocidad de la conexión a Internet pueden variar en diferentes áreas de Marruecos. Se recomienda tener precaución al utilizar redes Wi-Fi públicas y considerar el uso de una conexión VPN para proteger su privacidad y seguridad en línea

Marruecos es un país mayoritariamente musulmán, con el islam como religión oficial. El islam en Marruecos es una parte integral de la sociedad y la cultura marroquí, y desempeña un papel importante en la vida cotidiana de los ciudadanos.

La gran mayoría de los marroquíes son musulmanes, y la constitución del país reconoce el islam como la religión del Estado. El islam suní de la escuela malikí es la corriente predominante en Marruecos, aunque también hay minorías de musulmanes sufíes y chiitas.

Las mezquitas son lugares de culto importantes en Marruecos, y los musulmanes acuden a ellas para orar y participar en actividades religiosas. Durante el mes sagrado de Ramadán, los musulmanes practican el ayuno desde el amanecer hasta la puesta de sol, y es común que las familias se reúnan para la ruptura del ayuno al final del día.

Además, Marruecos cuenta con una tradición de espiritualidad basada en los mausoleos de los santos musulmanes, conocidos como «marabouts». Estos lugares son visitados por peregrinos en busca de bendiciones y para rendir homenaje a los santos y eruditos islámicos.

El islam también influye en otras áreas de la sociedad marroquí, como la vida familiar, las relaciones sociales y la vestimenta. Muchas mujeres marroquíes llevan velo o hijab como una expresión de su fe y respeto por las enseñanzas del islam.

El islam desempeña un papel importante en la vida y cultura de Marruecos. La mayoría de los marroquíes son musulmanes y siguen las enseñanzas del islam en su vida diaria, tanto a nivel individual como comunitario.

La monarquía parlamentaria constitucional de Marruecos es un sistema político en el cual el país es gobernado por una monarquía hereditaria, pero en la cual el poder y la toma de decisiones políticas están limitadas y reguladas por una Constitución y un Parlamento.

En Marruecos, el monarca tiene un papel representativo como jefe de Estado, pero el poder ejecutivo recae en el gobierno, encabezado por un primer ministro, y el poder legislativo es ejercido por el Parlamento. El rey ejerce también un papel importante en la toma de decisiones políticas y de Estado a través de la prerrogativa real.

La Constitución de 2011 estableció un sistema de gobierno más democrático y garantiza derechos y libertades básicas. El Parlamento marroquí está compuesto por dos cámaras: una Cámara de Representantes, cuyos miembros son elegidos por voto popular, y una Cámara de Consejeros, cuyos miembros son seleccionados por los consejos regionales.

El rey tiene poderes importantes, como la capacidad de nombrar al primer ministro y de disolver el Parlamento. También es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y tiene influencia en la política exterior del país. Sin embargo, sus poderes están limitados por la Constitución y está sujeto al control y las reglas democráticas establecidas.

Este sistema de gobierno ha permitido que Marruecos mantiene una estabilidad política y una transición pacífica del poder a lo largo de los años.

Es el actual monarca del país, ascendiendo al trono el 23 de julio de 1999, tras la muerte de su padre Hassan II. Nació el 21 de agosto de 1963 en Rabat, Marruecos.

Mohamed VI es el decimotercer rey de la dinastía alauita, que ha gobernado Marruecos desde 1666. Es considerado el líder espiritual y temporal del país, con poderes ejecutivos y legislativos. Bajo su reinado, Marruecos ha experimentado importantes reformas políticas y sociales, así como un crecimiento económico significativo.

El rey Mohamed VI se ha destacado por su enfoque en el desarrollo humano, los derechos de la mujer y la lucha contra la pobreza. También ha impulsado reformas en el sistema judicial y en la educación, promoviendo la modernización y apertura del país.

Sin embargo, el reinado de Mohamed VI no ha estado exento de controversias y críticas. A pesar de los desafíos, el rey Mohamed VI continúa siendo una figura importante en la política marroquí y un actor clave en el ámbito internacional.